I Know The Road Is Unforgiving, He Told Me So, But I Gave My Word [Priv. Laplace]

Ya había pasado un tiempo desde que llegue a Chaldea… y siendo completamente honesto, aun no entendía muchas cosas, toda la maquinaria tan avanzada que tenían me resultaba extraña, tanto mi parte humana como Servant estaban completamente confundidas y maravilladas por todas las cosas que tenían en este lugar, desde la pequeña máquina que producía helado hasta el sistema visualizador del pasado, presente y futuro llamado como la organización misma.

‘‘¿Quiénes son en verdad? ¿Acaso son alienígenas o personas del futuro?’’ -Preguntas como esa surgían en mi conforme más veía de la organización- ‘‘En todo caso, agradezco que estén del lado de la humanidad’’

Ya que estoy seguro que si fueran enemigos de esta, la batalla seria cuesta arriba, por decir lo menos. Dejando eso de lado, pese a que aun tenia problemas entendiendo la tecnología, intentaba ayudar tanto como me fuese posible, ya fuese haciendo recados o cosas pequeñas, como asistiendo en entrenamientos y misiones, el solo hecho de poder apoyar a mis hermanos en armas me traía felicidad. Quizás por lo tanto que me estaba esforzando es que decidieron designarme un Servant propio, no estaba del todo seguro como funcionaria puesto que no nací en una familia magi, pero entendía que debía formar un pacto y que de ese modo quedaríamos ‘‘entrelazados’’, lo cual permitiría que nos comunicáramos a través de nuestros pensamientos.


Tampoco ayuda que no tuviese una idea clara de como era mi Servant, ya que según me dijeron era la manifestación del concepto conocido como el ‘‘Demonio de Laplace’’, el cual según mi investigación en los archivos digitales de Chaldea, la cual admito fue algo torpe, era algo así como un tipo de determinismo absoluto, que dicta que nuestro presente es resultado del pasado, por consecuente, el futuro ya esta determinado por nuestro presente... también que había algo así como una entidad que observaba todo desde fuera de nuestro universo, aunque a lo mejor era mi comprensión lectora fallándome.


En fin, dejo esos pensamientos de lado puesto que nosotros, yo y el hombre que me guía, nos estábamos acercando a donde se encontraba mi Servant – las celdas de contención, las cuales según me habían explicado eran tanto para seguridad los Servants invocados como de los miembros de Chaldea si resultaban algo incontrolables por un motivo u otro, me encontraba algo nervioso puesto que no tenia idea de que forma tenia mi Servant, pero tenía la resolución de aceptarle sin importar como se viera.

Tomo un respiro profundo una vez el hombre y, por consiguiente, yo nos detenemos, volteándome para ver a mi Servant – la cual resulta ser una bella mujer de cabello blanco con cuernos en la cabeza y que tenía como prendas un hermoso vestido que claramente evocaba la imagen de una mariposa… no exactamente lo que esperaba cuando dijeron ‘‘Demonio’’, aunque supongo que es por los prejuicios que tengo por las historias que me contaban mis padres y la gente de mi ciudad, además de lo que había leído en libros.

El hombre a mi lado se aclara la garganta y me lanza una mirada cursiva, parece que me había quedado viendo demás, lo cual hace que me avergüence un poco antes de hacerle un ademan con mi diestra para que procediera, tras lo cual abre la celda y me indica que entre, así que me pongo lo más derecho que puedo y camino hacia mi Servant, una vez estoy en frente suyo llevo mi diestra en forma de puño a mi pecho y hago una reverencia.

-Alejandro Campo Elías, Demi-Servant de Simón Bolívar, desde hoy soy tu Master, espero que nos llevemos bien. -Tras eso me enderezo una vez más- Puedes llamarme Alejandro, Simón o Bolívar, cualquiera me funciona, solo usa el que prefieras, ya que honestamente Master sería un poco incómodo para mí.

Digo con una sonrisa sincera para luego esperar su respuesta, mentiría si dijera que no me encontraba nervioso, ¿Cómo no estarlo? Esto era una experiencia completamente nueva para mí y no sabía todo el proceso, pero aun así deseaba dar lo mejor de mi para ser un Master que fuera digno de su respeto y confianza.

No me encontraba seguro porque se me quedo mirando de forma fija la contraria, ¿A lo mejor yo también le resultaba extraño de algún modo? Aunque honestamente tenia idea de que pensamientos se ocultaban tras aquellos ojos – lo único que sabía es que parecían reflejar una calma absoluta, como un lago cuya superficie permanecía imperturbable, lo cual admito me resulta tanto bello como algo aterrador, toda persona tiene sus propias ideas, pensamientos y conflictos, un mar eternamente en movimiento y que rara vez se detiene, claro, puede que las olas sean calmadas y llevaderas, pero eso se acerca más a la definición de encontrar la ‘‘paz’’ dentro de uno, mientras que ella me da la impresión de estar en un estado ‘‘detenido’’ donde nada parece ocurrir.


Mientras estoy perdido en esos pensamientos escucho finalmente la voz de la contraria… aunque sus palabras me causaban algo de confusión, ¿Qué es lo que había entendido? Parece que no tendría una respuesta a ello en el futuro cercano puesto que lo que hizo tras ello fue presentarse, algo que asumo a lo mejor hizo por cortesía, después de todo, al ser quien es seguro ya sabía que conocía su identidad, de la misma forma que ella ya debía conocer la mía, aun así mentiría si dijera que no me alegro por ello… mientras que lo siguiente que dice me deja confundido una vez más.

‘‘¿Qué espero de ella? Realmente no tengo idea que responder a ello… digo, sé que me gustaría que fuéramos compañeros que pudiesen confiar de forma incondicional en el otro, pero a lo mejor esta implicando algo más en su pregunta, quizás era algún tipo de prueba, pero podría ser mera curiosidad y nada más’’ -Seguro lo estaba pensando demás, pero deseaba dar la mejor y más clara respuesta que me fuese posible, por ello dejo las dudas de lado y simplemente respondo con honestidad- Pues me gustaría ser compañeros que se cuiden las espaldas, aunque tampoco estoy en contra de la idea de volvernos amigos o formar una relación cercana similar.

Después de todo, tener alguien en quien confiar ya sería una gran bendición de por si, pero tener a una amiga con la quien compartir mis penas y alegrías seria aún mejor – por supuesto, puede que ella no pensara igual, a lo mejor prefería una relación netamente profesional, de ser el caso intentaría respetar lo mejor posible sus deseos, si bien pienso que lo natural al interactuar por un largo periodo de tiempo con otra persona es desarrollar algún tipo de sentir hacia esta, no necesariamente tenían que ser positivos, pero no deseaba cultivar negativos y mucho menos causarle problemas a mi Servant por ello, así que lo que tuviera ser, seria.