[+18] Tying loose ends × Priv. Daén Vidore

Vie 23 Jun 2023, 13:31

Tying loose endsResort Leviatán, habitaciones × día 1, 17:00 hrsAquel viaje fue largo, cansado, y terriblemente atemorizante para una fémina que surcaba por primera vez el cielo en un avión. Además, lo acontecido previamente ocasionó que tanto Master como Servant tuvieran mucho estrés encima, entre papeleos, charlas con la policía y una larga explicación del mundo actual que Daén le tuvo que dar a Zenobia para que no estuviera tan perdida; le explicó qué era el vehículo en el que se subieron la primera noche de conocerse, también los cambios en el mundo, la estructura de la sociedad y otros menesteres que terminaron por agobiarla hasta el cansancio, al punto de, por desgracia, no poder disfrutar la añorada compañía del caballero. Entre todo eso, apenas tuvieron tiempo para sí mismos. Una pena, pues llevaba aguantando varios días sus deseos que comérselo entero, de terminar lo que empezaron la primera noche; aunque no era capaz de leer mentes, podía deducir que él estaba igual. Cada noche que intentaban avanzar en el asunto, algo los interrumpía.

Pero… las cosas podrían mejorar, ¿cierto? con aquellas vacaciones improvisadas y de procedencia dudosa. Claro que pasó por la mente de la peliblanca que era muy sospechoso, pero no iba a negarse a conocer más del mundo solo por miedo o recelo. Desconocía mucho del mismo como para quedarse encerrada en algún lugar y no arriesgarse a las afueras. Así que un tanto emocionada como asustada, aceptó.

Un par de horas después descendió del avión ataviada con ropa que Daén le compró. No eran del todo cómoda, pero eran bonita y se ceñía a su figura a la perfección. Lucía guapa y decente, pero su rostro no parecía del todo sano. Seguía siendo su primera vez en las alturas y la morena no la pasó del todo bien. Estaba un poco azul, tensa y con el estómago revuelto. No se detuvo ni un minuto a ver la playa y sólo le pidió al rubio que la llevara a un lugar para descansar: su cuarto de hotel.

El lujo del lugar era asombroso, con habitaciones espaciosas, salas de entretenimiento, jacuzzi, chimenea y barra de snacks Y sólo una cama. Zenobia se echó boca abajo tan solo llegar y se durmió de manera casi inmediata, sin siquiera quitarse los zapatos o aquella prenda nueva llamada “sostén” que tanto le insistió la señorita de la tienda de lencería que se le vería espectacular. ¿Se le veía espectacular? Ni idea, pero era incómoda de cojones.

Despertó un par de horas después por unos ruidos dentro de la habitación, miró hacia los lados intentando buscar al culpable, aún soñolienta y sin poder enfocar correctamente.

—¿Eh? Pero qué… —preguntó arrastrando la voz debido al sopor del sueño que no la dejaba ir.

Tras unos segundos de ardua búsqueda dio con el culpable. Aquel guapísimo hombre de cabellera rubia, piel nívea, cuerpo de infarto y una curiosa cicatriz que lejos de arruinar su rostro, lo hacían ver más sensual.

—Daén, ¿qué haces? —preguntó, incorporándose hasta colocar los codos sobre la mullida superficie y recargarse en la palma de su mano. Intentó coquetearle, pero se vio más bien torpe cuando un bostezo deformó su expresión dé ligoteo— ¿Fuiste a dar una vuelta? No me gustaría que te perdieras de la playa por mi culpa.

Vie 23 Jun 2023, 19:05

TYING LOOSE ENDSRESORT LEVIATÁN, HABITACIONES × DÍA 2, 02:00 HRS

No me gustaba nada la invitacion de los boletos;
No habia muchas aclaraciones sobre aquel lugar;
No encontre más que propaganda sin veracidad;
Pero, mi mujer estaba decidida y no iba a dejarla.

Aunque, sea dicha la verdad, empezaba a creer que ella estaba usando algun tipo de habilidad desconocida para evitar tener algo de privacidad conmigo, por lo qué empece a hacerme la idea de que realmente no estaba interesada en nada serio mientras lanzaba todo tipo de promesas para la imaginacion, acabando por aburrirme desde ayer en lo que me acostumbraba a lo que denomine como la ley inquebrantable de la inoportunidad, algo de Zenobia.

¿Tal vez el mundo me daba una señal? lo sospeche;
El haber sido detenido por policias nunca me paso;
No por lo menos hasta que casi teniamos contacto;
Así que algo en mí habia empezado a dejar de creer.

-Te ves como una diosa.- halagaba, dando un beso en la frente o la mejilla a la mujer porque tambien habia que admitir que estabamos cansados de todo, agotados de sobornar a las comisarias o llamar a los contactos de confianza que me debian favores en el bajo mundo de las drogas, mafias o similares, succionados y desanimados por los numerosos preparativos que tuvimos que hacer para que Zenobia tuviera una identificacion legal para irnos en avion.

Nada que algun matrimonio no hubiera enfrentado;
Tal vez debi aprovechar para cambiar el estado civil;
Más imaginaba que las bodas eran algo importante;
Así que decidi ignorar el tema junto a mi inseguridad.

Ella me encantaba, me parecia maravillosa, por lo qué durante toda la noche anterior no pude evitar sentirme mal bajo la idea de no ser deseado igual, porque a pesar de todo no era un mal partido y era consciente de eso como del cielo azul o las estrellas, así que ahora sentia que ella solo buscaba jugar y estaba pensando que tal vez debia dejarla decidirse o aburrise por completo, ¿la verdad? no lo sabia, estaba cansado y en varios sentidos, por lo qué decidi encender un pequeño televisor en nuestra habitacion y empezar a ver VHS.

Debo admitir que no me gusto el vestuario de 300;
Así que decidi ver algo más simple como Grown Up;
Incluso trate de ver Coming to America junto a ella;
Pero el sueño le habia vencido llegados a esas horas.

-Buenas noches, Zena.- salude, simple, trayendole hasta la cama una bandeja con algunos aperitivos luego de haberme pasado hasta ahora sin dormir, todavia pensando en muchas cosas debido a la costumbre laboral que me habia adaptado a una vida de poco sueño mientras que observaba el reloj, seguro que ella volveria a la cama, así que decidi regresar mi atencion al televisor y dejarla descansar, vestido para dormir con alguna bata de baño.

Spoiler:

Vie 23 Jun 2023, 20:10

Tying loose endsResort Leviatán, habitaciones × día 1, 17:00 hrsZenobia quiso invitarlo a acostarse con ella, preparando una mano para darle palmaditas a la superficie de la cama en cuanto el hombre respondiera a sus preguntas, pero eso no sucedió. Se limitó a darle un corto beso en la frente y a continuación se movió hacía el televisor. Cómo si quisiera mantenerse lejos de su servant.

Zenobia lo notó con el pasar de los días, las interrupciones y lo difícil que se hacía la fémina para cautivar. Sin quererlo, era ella quien alejaba al rubio, quién le hacía perder interés en ella. Pero era muy arrogante para darse cuenta de eso a tiempo, solo quizá cuando fuera demasiado tarde.

¿Acaso… ya era tarde? Pasó una semana desde su primer encuentro, apasionado y lleno de deseo, pero con el pasar de los días los recuerdos y sensaciones se iban difuminando en un profundo vacío en la boca del estómago. Ella lo sentía. Y tras ese distante "buenas noches" lo sintió aún más.

Se prometió a sí misma y al caballero terminar lo que algún día empezó, y creyó que el resort sería una estupenda idea. Pero... ¿Cómo hacerlo si la otra parte parecía indiferente?

Aquella incógnita la hizo levantarse de la cama e ir dando trompicones al baño para refrescarse un poco. Quería despertar bien antes de devolverse a la habitación a buscarlo. Y lo encontró, en el mismo sitió donde lo miró por última vez, cambiando los canales son desgana y aburrimiento.

Se acercó a él con silencio y sin pedir permiso se sentó a su lado.

—¿Estás bien? —cuestionó, buscando sus ojos— te noto un poco raro, ¿Ha pasado algo?

Se acurrucó a su lado, recargándose en su hombro y empezando a acariciar su pecho por sobre la tela y debajo de ella. —Puedo darte un masaje si eso te hace sentir mejor —añadió, resoplando, y continuó— sé que hemos tenido días pesados y aburridos, pero ya no tenemos nada de qué preocuparnos. Deberías descansar, relajarte y… bueno, podríamos pasar más tiempo juntos.

Detuvo sus caricias en su pecho para subir a su rostro y pasar suavemente la yema de sus dedos sobre la cicatriz de su rostro.

—¿Te he dicho que me gusta mucho tu cicatriz?

Vie 23 Jun 2023, 22:11

TYING LOOSE ENDSRESORT LEVIATÁN, HABITACIONES × DÍA 2, 02:00 HRS

La mirada en mis ojos era una llama de poca vida;
Reflejo de la poca atencion al presente en mi ser;
Demasiado centrado en lo que pudo o podria ser;
Tal vez incluso ignorando las luces de la television.

Debo admitirlo, solo escuchaba lo que sucedia en un intento de distraerme mientras que trataba de no prestarle mucha atencion a los ruidos de la cama, consciente de que mi compañera se estaba levantando pero imaginando que ella solo iba hacer sus propios asuntos como sucedia desde la ultima semana, ¿habia necesidad de interactuar? no lo senti necesario, por lo qué incluso luego de escucharla de la puerta salir del baño trate de volver con la pantalla.

Escuchando sus pies descalzos acercarse a mi lado;
Supongo que en ese momento gire la cabeza a ver;
Imaginando como algo inoportuno tuvo que pasar;
Sin llegar a pensar que parecia estar viendome a mi.

-Si, no te preocupes.- comentaria, realmente respondiendo solo por inercia aunque no estuviera hablando o pensando alrededor de nada en concreto, porque sabia que ambos estabamos cansados, porque no queria preocuparla y porque además me gustaba pensar que podia mantener a mi mujer feliz, entonces solo termine asintiendo tratando de convencerme de mis palabras en lo que su cabeza se recostaba en mi hombro y en mi su mano me buscaba.

Más esas caricias solo me hicieron sentir un jueguete;
E incluso peor que eso deje de emocionarme con ella;
Sabiendo desde la experiencia que igual nada pasaria;
Hasta que mi cabeza no pudo notar ninguna intencion.

-Es solo, que... no he dejado de pensar en toda la noche.- admiti, aunque de alguna manera eso era todo lo que iba a decir porque no queria verme debil, no iba a ganar nada en verme debil con un tema que me recordaba a cuando mi ultima prometida me habia abandonado de un dia para otro como si nada, pero aun así cedi a su gesto y apoye mi cabeza a la suya, escuchando sus ofertas provocativas o cumplidos sin dejar de pensar porque lo decia ahora.

-¿Verias la television un rato conmigo?- pregunte;
Sin notar que la fuerza de mi voz se iba atenuando;
Tal vez haciendo algo como un susurro intermitente;
Buscando un lazo de amistad que no sabia si existia.

-Ya no quiero fingir que vamos a hacer algo más que lo normal.- confese, tomando de su preciosa mano con un cansancio que me hacia querer ir a mi cama a dormir y que no me hacia reconocer lo duras que eran mis palabras, besando el borde externo de su palma y dejando mis labios ahí debido a que ya no me quedaba más fuerza que para ver las imagenes que no importaban, -Esta bien si no nos mentimos hoy.- si, esos juegos que le gustaban a ella eran opuestos a los gestos de afecto o comunicacion de cualquier pareja.

Spoiler:

Sáb 24 Jun 2023, 03:33

Tying loose endsResort Leviatán, habitaciones × día 1, 17:00 hrsSabía que Daén mentía, que ocultaba algo; los hombres piensan frecuentemente que saben fingir o son buenos mintiendo, pero a la mayoría de ellos se les cae la máscara con pequeños gestos y detalles que las mujeres percatan. Zenobia, al menos, siempre estuvo rodeada de hombres orgullosos que inflaban sus hazañas para parecer mejores y más fuertes. También de hombres heridos que no se permitían llorar o ser vulnerables por el miedo a que su masculinidad quede manchada de por vida. así que para la Palmirense resultaba absurdamente sencillo saber que Daén no estaba bien. Algo le estaba molestando.

Pero Zenobia careció de lazos afectivos sanos durante su vida para saber, reconocer y admitir que Daén estaba mal por culpa de ella. Porque ella no sabía lo que era el amor más allá de órdenes, sexo y coqueteo (esto último era lo más cálido que tenía de los hombres previo al coito). Así que su trastornada visión de amor era realmente lo que estaba afectando la relación entre ambos, y aunque podía discernir una verdad de una mentira, era incapaz de ver más allá de la misma, hacia los sentimientos y emociones.

Si hubiese sido otro hombre, la fémina lo hubiese ignorado y dejado pudrirse en su propia miseria, pero… él no era cualquier hombre. Era su máster, quién la liberó de la nada y la condujo a un mundo de cosas bellas e interesantes, quién le dio su lugar como mujer y la trató como un ser humano, lejos de un objeto de placer; su hombre, cuyo aroma era suficiente para hacerle sentir calor en el alma y a quién estaba dispuesta a complacer como nadie lo ha hecho nunca. Ella gustaba de él, más de lo que ha podido expresar en palabras; y se siente frustrada y a la espera, pero nunca ha dejado de buscarlo con la mirada al despertar y al caer la noche. Lo quería. Lo deseaba. ¿Eso lo sabía él? ¿Estaba consciente de eso?

Zenobia jugueteó con las palabras en su lengua, sopesando los hechos para dar la mejor respuesta, pero fue interrumpida una vez más por su hombre.

Entonces silenció todas sus ideas y pensamientos, y le dirigió una mirada divertida, tierna— ¿Que estamos viendo? —preguntó, entrelazando sus dedos con los ajenos, acariciando el dorso con su pulgar— no entiendo mucho, pero te sigo.

Pasaron varios minutos en los que Zenobia fingía ver la televisión, hasta que la voz de su amado volvió a resonar, amarga, fría, tajante.

Zenobia se quedó helada, sin saber que hacer o decir. Ella nunca fingió quererlo, desearlo. Lo hacía. Entonces ¿porque pensaba de esa manera? ¿estaba haciendo algo mal?

Tras unos segundos de silencio, Zenobia abrió la boca— Daén, ¿crees que finjo que me gustas, que me atraes no solo físicamente, sino como amante y compañero? —interrogó, incrédula— Yo… —titubeó, intentando encontrar las palabras correctas— Toda mi vida he sido vista como un objeto al que pueden tratar mal, una puta que no sirve para otra cosa más que para follar… y —su voz tembló, con un poco de miedo, su orgullo de reina se caía a pedazos mientras su mano se aferraba a la de Daén con fuerza— y probablemente sí lo soy, una ramera y ya, pero tú me has hecho sentir diferente, me has tratado diferente. Cómo humana, mujer, una igual. Y me siento terrible al no hacerte sentir la misma seguridad que tú me transmites… —pausó, tragando saliva, aguantando un par de lágrimas salvajes que querían desbordarse de sus ojos, pues la tristeza de su pasado la acechaba en el futuro y no sabía qué hacer con ello— probablemente no sé amar… yo nunca fuí amada, nunca me sentí así, y quizá sea la razón por la cual no puedo hacerte sentir querido. No sé replicar el amor, responderlo. Y lo lamento... por no ser la mujer que te gustaría que fuera, pero si mis palabras no bastan para ti, dime cómo puedo hacerte llegar mi amor; enséñame…

Sáb 24 Jun 2023, 13:09

TYING LOOSE ENDSRESORT LEVIATÁN, HABITACIONES × DÍA 2, 02:00 HRS

-The Butterfly Effect.- responderia para mi mujer;
Justo cuando el protagonista se habia abandonado;
Decidido en volverse el unico miserable del cuento;
Pocos minutos antes de una de sus mayores frases:

"¿Habria alguna diferencia si te dijera que nadie podria amar a otra persona tanto como yo te amo a ti?"

Hubiera querido tener la seguridad de decir aquello;
O incluso el menor halago a quien me acompañaba;
Más en ese momento para mi todo era estar al lado;
Escuchando el corazon de ella como lo más hermoso.

-Hay unas cosas que me gustan de estas peliculas.- admitiria, refiriendome a que aunque no eran perfectas o estaban llenas de sinsentido habia ocasiones, momentos especiales que sacudian el ser como aquella frase, por lo qué en algun punto mis hombros abandonaron cierto peso que me negaba a notar, exhalando en un respiro de calma mucha parte de los problemas que nos habian estado no solo abordando sino tambien separandonos el uno al otro.

Entonces la duda sobre mis palabras habia llegado;
No dude que en algun momento ella iba a hacerlo;
Más debo admitir que como lo dijo me hizo pensar;
Sentir que habia algo mal en mi que no podia hablar.

-Lo lamento, Zena.- confesaria, dando a entender que si me estaba costando ver en nuestra poca cercania algo mayor que las propuestas que no sucedian, -Es solo que, creo que esta es la primera vez que hablamos como pareja.- razonaria, meditando que podria haber ocurrido con nosotros dos luego de aquella primera vez en la que pareciamos dispuestos a conocer todo del otro, -No digas tonterias: eres mi mujer, te acepto como eres, con todo tu pasado y todos tus fetiches como parte de tu maravillosa persona, a la cual quiero.-

-No lo pienses demasiado.- remarcaria, sin detalles;
Manteniendo el dorso de su mano contra mis labios;
Esperando que el corazon de quien queria fuera feliz;
Porque a pesar de todo no queria que ella se alterara.

-Disculpa ¿si?, es que te he visto demasiado distante y no dejo de pensar.- reafirme, refiriendome a que durante toda esta semana estuve preocupado de que ella no se sintiera comoda conmigo, desanimado todavia si he de ser totalmente honesto pero haciendo un esfuerzo porque la veia desesperada, -Lamento lo del coche.- agregue, sinceramente recordando que todo empezo ahí pero tambien buscando que sus ideas no se torturasen por mi, consolandola con un beso en su cabeza, porque aunque sentia que las cosas no iban bien no soportaba ver a quien mucho queria hablar mal de sí misma.

Despues de todo, para mí ella era maravillosa.

Spoiler:

Sáb 24 Jun 2023, 19:01

Tying loose endsResort Leviatán, habitaciones × día 1, 17:00 hrs Negó con la cabeza. Él no tenía que disculparse o lamentarse por nada, pues su único pecado era exigir amor y en eso él tenía derecho, y lo merecía, y a Zenobia le encantaría dárselo pero le costaba averiguar cómo; caminaba a ciegas en un paraje que nunca jamás recorrió, que ignoraba en su mayoría. Pero deseaba emprender ese camino con aquel rubio de ojos almendrados, solo que quizá… él no buscaba una carga. Y era entendible.

La duda se sembró en el corazón de la Palmirense, que ya no sabía si había manera de que él volviese a estar dispuesto a sentir aprecio por ella, por su pasado, por su ignorancia, por su forma de ser. Y como si lo hubiese dicho en voz alta, la voz ajena resonó dulce en sus oídos. “Te acepto como eres, con todo tu pasado”. Los ojos de Zenobia se humedecieron hasta no poder contener más las lágrimas, y se derramaron en sus mejillas como una muestra de felicidad. Ocultó su rostro con su mano libre, intentando secar esos ojos que no dejaban de lagrimear.

—Eres un tonto… —sollozó— no tienes que disculparte por nada, no haz hecho nada malo… —su mano seguía intentando secar cualquier rastro de llanto en su rostro con la desesperación de alguien a quien no le gusta vulnerarse ni mostrarse débil, usando la manga que su blusa como pañuelo con demasiada rudeza, logrando irritar y lastimar su piel. No lo hacia a propósito, simplemente quería dejar de llorar. Odiaba llorar.

Tras unos minutos logró contener su llanto, pero su rostro sonrojado, hinchado y húmedo revelaban lo que acababa de acontecer. Ahora tenía pena de verlo, no se sentía digna, no se sentía suficiente, no se sentía bonita. Así que evitó a toda costa su mirada y se alejó un poco de él. Con miedo.

—Te quiero… mucho —murmulló, encogiéndose de hombros, cohibida— demasiado… pero no quiero hacerte sentir mal, no quiero lastimarte. No sé si estoy hecha para esto, nunca he pasado por algo similar, pero me gustaría… contigo. Solo necesito un poco de ayuda.

Al terminar, finalmente, le pudo dirigir una tímida y breve mirada. En esos momentos, la mujer fuerte y dominante del primer día parecía no existir, pero lo hacía, existía deformada por el miedo y la incertidumbre. Era la misma zorra de siempre, pero asustada por lastimar y ser lastimada, por aventurarse en algo desconocido, por pensar demasiado y dudar de sí misma, y por percatarse de lo que Daén lograba en ella con solo una semana de conocerse.

Una semana y el hombre tenía el poder suficiente para hacerla completamente mierda.

Eso le daba mucho miedo, y a la vez quería que sucediera. ¿Acaso era esto a lo que llamaban amor?

Sáb 24 Jun 2023, 23:27

TYING LOOSE ENDSRESORT LEVIATÁN, HABITACIONES × DÍA 2, 02:00 HRS

Lagrimas derramadas me hicieron olvidar al tiempo;
Llenandome de tormento por no saber como hacer;
Ahogandome en silencio bajo el existir del suspenso;
Condenado en culpa por la tristeza que se derramaba.

-¿Amor?- nombre, busque, acercando ambas de mis manos en su rostro para limpiar sus lagrimas con la caricia de mis dedos mientras que más la acerque, tratando de mantener mi palma contra la parte baja de su menton en lo qué en un gentil esfuerzo que no le forzaba buscaba levantar hacia mí su mirada, claramente torpe entre los dedos que ella disponia por su cuenta pero aun así atento con mantener mi brazos sobre su cabeza apoyandome en su frente.

Apartando con dulzura de sus dedos entre los mios;
Tomando ambas de sus manos mientras le calmaba;
Apoyando mi nariz contra la suya sin el menor beso;
Encontrando nuestras respiraciones por el momento.

-Estoy contigo...- supe decir, por suerte, por cariño, tratando de negarme a que enfrentara esto sola con un gesto de cabeza que no llegaba a reprochar, sabiendo en mi silencio cuan tonto habia sido pensar que mi mujer podia no sentir las palabras que decia, la sexualidad que sugeria o todo lo que no veia, dejandola llorar sobre mi rostro con dulzura, acariciando su dolor en un movimiento que poco a poco me hizo apretarla hasta que quedaramos solos.

Encontrandonos con nuestra tension y sus latidos;
Abrazados por las circunstancias como un equipo;
Sujetos con silencio por unos minutos de nosotros;
Hasta que note su llanto ser contenido en su boca.

-Nos estamos conociendo, Zena.- apuntaria, amoroso, rompiendo buena parte de sus preocupaciones con una sonrisa audible mientras no me alejaba, -Nada más me preocupaba que algo hubiera cambiado desde...- señalaria, impreciso, nervioso, como si tocar el tema pudiera generar distancia otra vez, -Ningun rey con quien hayas estado fue parado por la policia.- hasta reir, cansado de evitar lo obvio y decidido a burlarme de creer no ser tan grande.

-Crei que arruine lo que podiamos ser.- confesaria;
Convecido de que luego nuestro trato fue diferente;
Atormentado en el silencio porque yo no era un rey;
Nada más era un afortunado con algunos contactos.

-Pero, si todavia quieres estar conmigo sin ser rey: si, te quiero.- agregue,.

Confesando por fin que pensaba tan duramente.
No ser suficiente para una mujer de reyes.
No estar destinado a complacer a Zenobia.

Spoiler:

Dom 25 Jun 2023, 01:17

Tying loose endsResort Leviatán, habitaciones × día 1, 17:00 hrs Ahogó una risa cuando el hombre mencionó su desafortunado encuentro con la policía.

Tenerlo cerca ejercía un efecto calmante para ella, un efecto de calidez y confort. A pesar de que sus lágrimas no se derramaban más, seguía sintiendo miedo de su propia fragilidad, pero aquellas manos cálidas sobre su rostro disiparon una por una todas sus dudas y la hicieron sentir en calma, segura.

Ahora, con más confianza, elevó la cara y clavó su mirada en los ojos almendrados de Daén. Los suyos, azules, lucían acuosos y un poco rojos, pero decididos. —Ningún rey con quién haya estado se ha preocupado mínimamente por mí, como tú lo haz hecho —refutó— y prefiero cien veces eso a un tonto rey.

Zenobia se acercó más a él, poco a poco, cortando las distancias hasta poder sentir su aliento sobre los labios; a diferencia de las otras ocaciones, en las que la Palmirense jugaba al tira y afloja, esta vez quería hacer las cosas diferentes, pero se frenó, no para burlarse sino para pedir su permiso. Intercambió su mirada de ojos a labios y de labios a ojos, sus intenciones eran claras: quería besarlo. Hacer lo que antes no pudo, lo que antes no se atrevió.

—Las cosas sí cambiaron —admitió en un susurro, porque sí, las cosas eran diferentes a hace una semana, o al menos lo era Zenobia; aquel conocimiento sobre los sentimientos ajenos le hicieron saber que no podía comportarse de esa manera tan deliberada sin consecuencias, en ella u otros. Y ahora sentía la imperiosa necesidad de revertir el daño hecho y demostrar su sinceridad.

Tanteó la posibilidad de esperar su respuesta, pero su irreverencia le pudo más y terminó por acortar la distancia que le separaba de él, completando un beso que hasta el momento, nunca tuvo lugar. Hasta hoy.

Fue un beso suave, cálido, inocente. Acunó sus rostro entre sus manos y lo acarició lentamente. Probó el sabor amargo del tabaco en sus labios y también la salinidad de sus propias lágrimas, pero no se separó de él ni un solo centímetro. Apenas hizo ligeras pausas para respirar y suspirar, complacida, concentrada.

—¿Te convencí? —bromeó, pero no lo dejó responder, le quitó esa oportunidad al buscar una vez más sus labios.

Dom 25 Jun 2023, 02:24

TYING LOOSE ENDSRESORT LEVIATÁN, HABITACIONES × DÍA 2, 02:00 HRS

Milimetros de distancia que parecian una eternidad;
Cruzados lentamente por voluntad de la bella mujer;
Quien todavia en lagrimas se acercaba con temores;
Solicitando un beso que no podia decir que deseaba.

-Lo sé, por "eso" jamas me atrevi a robarte ni un beso.- explique, luego de recibir un piquete de sus labios contra los mios como invitacion a continuar, ¿como me iria a negar si lo deseaba? no era posible, así que tras parlotear aquella irrelevante verdad regrese a su boca para buscar de su labio inferior, abriendo mis labios contra los suyos en un roce que a su vez era una caricia hasta el instante en que empezaba a robar de su aire y otra vez saborearnos.

Cruzando mi nariz contra la suya mientras la agarre;
Totalmente decidido en acariciar su ser con el beso;
Esta vez obrando con más entrega hacia su persona;
Sin abandonar las manos entrelazadas en sus dedos.

-SI, Zenobia.- confirme, al respirar, aún sabiendo que debia ser algun tipo de pregunta retorica pero queriendo brindar esa seguridad sobre nuestra union, tratando de escuchar los latidos de nuestros corazones más allá de la pelicula que poco a poco empezaba a importarme menos que la mujer frente a mí, tratando de acariciar a los falanges de su mano con mi pulgar mientras que de forma cariñosa aprecie la mirada vidriosa de quien se preocupaba por mi.

-Quisiera mantenerme en tus labios.- agregue;
Dando a entender que sus labios eran los unicos;
Tratando de brindarle seguridad en mis palabras;
Aunque mi carne me delataba con gracia latiente.

Spoiler:

Dom 25 Jun 2023, 09:43

Tying loose endsResort Leviatán, habitaciones × día 1, 17:00 hrsLe gustó saberse correspondida, bienvenida. Aquella tristeza que sintió minutos atrás se iba lejos de su mente, y en su lugar solo había cosquilleo y tibieza. Solo quedaban como remanentes las señales visibles de llanto en su rostro, pero lo que alguna vez albergó duda, ahora expresaba seguridad absoluta.

Zenobia siguió a Daén, subiendo el tono del beso y con ello, la demanda del sabor del otro. Tímidamente hizo partícipe a su lengua, que se adueñó del labio superior ajeno para obligarle paulatinamente a abrir más la boca y así poder saciar su sed de él. Pero estaba en calma, se tomaba su tiempo para disfrutar del otro, de su hombre.

Deshizo el agarre que aprisionaba sus manos y en seguida se inclinó hacia adelante, haciendo que su amante retrocediera y su peso cayera por completo hacia atrás, en el respaldo del sofá. De esta manera, su cuerpo quedaba libre y a disposición de las curiosas manos de Zenobia que no tardaron en empezar a explorar todo lo que podía sobre la tela de la bata.

Bajó por su cuerpo lentamente, al ritmo de su respiración, y la mujer notó la dureza en la entrepierna de Daén. Sonrió dentro del beso, complacida, y buscó el cinturón de la bata para deshacerse del nudo, jugueteando con las cuerdas en el camino. Se retrasó a propósito en descubrir su piel, volviéndolo una tarea tortuosa para ambos. Pero una vez que aquella virilidad estuvo a merced de Zenobia, su mano se deslizó de la cintura al pubis, rozando a propósito la piel del hombre con las yemas de sus dedos para darle cosquillas, como un camino de migajas hasta llegar a la meta: su miembro.

Lo tomó suavemente con su zurda, notando lo grande que era a comparación de su mano, que no podía acaparar la carne en su totalidad, ni en alto ni en ancho. Empezó a frotarlo con calma, recorriendo un camino repetitivo de la base a la punta, con un ligero giro de su muñeca para endurecerlo más.

Más arriba, ella seguía comiéndole la boca con necesidad y deseo, pero pronto terminó con esa unión; se separó, lo miro a los ojos, cómplice, y sonrió traviesa a la vez que su cuerpo entero descendía, bajándose del sofá y acomodándose entre sus piernas.

—Espero que lo disfrutes ♡ —comentó, pícara.

Dom 25 Jun 2023, 14:39

TYING LOOSE ENDSRESORT LEVIATÁN, HABITACIONES × DÍA 2, 02:00 HRS

Me deje llevar para atrás por el impulso de mi mujer;
Consciente de las unicas intenciones que pudo haber;
Recostandome sobre el suelo a merced de sus labios;
Embriagado del calor que me daba el cuerpo cercano.

-¿Esto quieres?- pregunte, advirtiendo que todavia no era demasiado tarde para hacer cualquier otra cosa que podriamos compartir sin preocupaciones, -Podemos ver la television.- divague, notando claramente su delicada mano abrir una linea de separacion a mi bata que senti como la toga de un romano, cada vez más despierto a pesar las horas nocturnas entre lo que deslizaba con ternura mi dedo indice para enrollar uno de sus mechones detras de su oreja.

-Te devorare.- amenace, recordandole en susurro;
Esperando quizá que su mano considerase seguir;
Retomando aquel libido que tanto habia dormido;
Mordiendo tras el beso de su tierno labio inferior.

-Veamos la...- continue, infructuoso, interrumpido por la suave sensacion de su mano sosteniendo a mi carne hinchada con una presion demasiado clara, obligado en el deseo que despertaba a mantener mi mirada hacia la de ella mientras empezaba a olvidar que me habia prometido a mí mismo ser gentil, abrazandola desde su cintura por debajo de los brazos con que se apoyaba para mantener cerca a nuestros pechos entre lo que podiamos ver su agarre.

-¿Puedo?- pregunte, casi rogando sus palabras;
Preocupado de no contar todavia con su permiso;
Buscando en los ojos de mi mujer consentimiento;
En lo que mi otra mano se deslizo bajo sus costillas.

Spoiler:

Dom 25 Jun 2023, 17:39

Dom 25 Jun 2023, 21:53

Lun 26 Jun 2023, 00:18

Lun 26 Jun 2023, 02:05

Mar 27 Jun 2023, 02:28

Miér 28 Jun 2023, 01:33

Sáb 01 Jul 2023, 02:41

Dom 02 Jul 2023, 00:55