Mission #1! - Priv. Astolfo

Sáb 20 Mayo 2023, 19:53

Let's start!

_{Tokio, Japón. Por la tarde.}

No tener memoria puede ser más aterrador de lo que parece, hasta ahora había estado funcionando a base de adrenalina y puro impulso, sobre todo el deseo de libertad. ¿Ahora? Finalmente caía sobre sus hombros el peso de la realidad, no importa que tuviera un lugar dónde vivir actualmente, era una chica totalmente sola en un país nuevo. Por si no fuera suficiente no conocía absolutamente nada, intentaba ponerse al día con las noticias y leyendo pero había un gran abismo en su cabeza. “¿Tal vez estoy siendo muy negativa de repente? Las cosas van mejorando de a poco...” Pensamientos totalmente normales, dudas que no iban a disiparse solo porque era optimista.

Ahora venía el reto más grande de todos, tenía la confianza de que lo iba a conseguir pero no tenía la más remota idea de por dónde empezar así que la mejor opción era corretear por la ciudad y ver qué llamaba su atención. — Buscar trabajo suena más sencillo en mi cabeza… — Murmuró, luego de que un pesado suspiro escapara de sus labios.

Encontraba distintos anuncios en el periódico pero no siempre es fácil elegir. De hecho al abandonar una cafetería había tomado uno de los periódicos del día para revisarlo, distintos anuncios pedían personal para varias tareas. — ¿Tal vez algo rápido como camarera? No… quizás es muy aburrido, algo más entretenido que eso. — Frunció el ceño y apretó los labios. En la misma calle encontraba otra cafetería pero el motivo era totalmente diferente, más tradicional.

El país del sol naciente tenía una cultura interesante y era una lástima que hubiera pasado tanto tiempo buscando donde asentarse primero en lugar de conocer un poco más de él. Al menos una cosa quedaba clara, además del ruso y el inglés, podía hablar perfectamente el japonés. ¿Quizás tenía ascendencia japonesa? ¿Tal vez ya había vivido allí? Con la tontería había estado interfiriendo en la entrada de la cafetería pero esta vez no iba a ser tan torpe como para provocar un accidente o tropiezo. En su lugar, aprovechó que alguien venía en dirección contraria para preguntar. — ¡Perdone! ¿Sabe dónde queda este lugar?... ¡Ah! Perdón. ¿No habla japonés? ¿Quizás inglés? — Al menos los momentos incómodos pasaban más fácil con una sonrisa y eso mismo hizo.

Sáb 20 Mayo 2023, 21:31

Let's start!TOKIO, JAPÓN. POR LA TARDE. Trabajo de medio tiempo… Iba mantenerse un buen tiempo en Japón debido a una misión bastante agitada, recolectar una reliquia en tal territorio era bastante peligroso incluso cuando la influencia de Arcadia no estaba tan latente. Sin embargo la Iglesia no tenía tanto control y debía pasar desapercibido. ¿Cómo? ¡Trabajando en un maid café!

Debe agradecer qué uno de sus tantos uniformes es este vestido maid, no recuerda porque lo tenía pero no importaba mucho. Era de bastante utilidad la verdad, ya que no debía cambiarse por nada. Y gracias a eso pudo conseguir un trabajo de medio tiempo para tener algo más de ganancias, al fin de cuentas al no tener un máster debe comer para no desaparecer al menos que le suministre energía mágica algún otro Servant o Magus… Pero un detalle menor.

En sí Astolfo, usando nuevamente el nombre de Amelie como lo hizo al conocer a ese encantador chico de cabellos azules, estaba contento. Para ser un servant caótico, se le daba bien eso de ser maid además de que mucha gente le agrada la personalidad de él, aunque sin saber que tenía una sorpresa… Bueno eso no importaba, era lo que pensaba el de cabellos rosados.

En uno de estos días fue tranquilo, no había mucha gente aunque uno de sus trabajos es llevar la comida por pedido, algo novedoso para la época gracias a los teléfonos. No era lejos así que se fue caminando aunque en bicicleta podría ir sin problema al ser un servant de afinidad a la clase Rider, aún siendo Saber. Pero bueno luego de la entrega, justo en la cafetería qué trabaja se encontraba en la puerta una chica que por suerte no chocó con ella porque andaba algo distraído pero sin duda observó en detalle… Cabellos rosados y ojos zafiros, era sumamente hermosa que parecía un ángel pero parecía algo perdida. Sin duda le lleno de curiosidad a "la joven Amelie".

— ¡Hola! No te preocupes, sé hablar tanto inglés como japonés. — Comentó con una energía viva mientras hacía una reverencia a modo de respeto. — Oh si, no es muy lejos pero es algo complicado de ir. Te puedo guiar además tengo justo un tiempo libre. — Eso era verdad, además si no fuera por él seguro la dueña del café y jefa de Astolfo habría ya echado a la pobre chica. — Es compresible perderse por aquí pero no te preocupes. ~ — Además ser un poco de guía era divertido para él. En sí mientras hablaba ya le había seña de comenzar a buscar el lugar que quería la chica antes que la dueña del café se enojara en serio. — Me llamó Amelie por cierto, ¿y tú? — Comentó, acentuando su acento francés demostrando que aún siendo de Francia, sabe hablar más de un idioma.

Parece que su día se volvió interesante.

Dom 21 Mayo 2023, 17:22

Let's start!

_{Tokio, Japón. Por la tarde.}

Posiblemente ese fuera el suspiro de alivio más grande de toda su existencia, tenía que recordar cómo interactuar con los demás, quizás nadie iba a entenderle y su precioso rostro no lo arregla todo, ojalá fuera así. ¿No le ahorraría demasiados problemas en general? Tendría que practicar, quizás y sí había formas de arreglarse un poco la vida solo con eso. — ¿Seguro? Si tienes algo de tiempo libre entonces yo encantada. — Sonrió ampliamente. — Sólo no quiero molestar por si tenía algún otro plan. — Insistió, era lo mínimo que podía hacer por cortesía. — Y yo soy Bianka, Bia si es más cómodo. Un placer Amelie. — Guiñó.

Tal vez era un poco obvio lo que pretendía por el sitio que quería visitar pero algunas veces las cosas no son tan evidentes para los demás, si se leyeran mentes todo sería muchísimo más simple. — Quería conocer el templo del que hablaban temprano algunas personas así que por eso quiero ir allí, además los trajes que usan aquí son muy bonitos y quiero probar usar uno. — Explicó totalmente entusiasmada, su mirada brillaba al hablar. — ¿Alguna vez has usado un yukata? Escuché que son un poco incómodos pero a fin de cuentas la ropa bonita puede ser algo incómoda, lo compensa siendo bonita. — Bromeó. — ¡Ah! Y por acompañarme te invito algo, insisto. — Agregó antes de escuchar un no, así fuera por modestia.

En algún rincón de su mente podría jurar que estas cosas le fueron inculcadas por alguien pero no había rostro cuando intentaba darle forma a esa voz, a pesar de esto externamente lucía perfectamente y es que había una cosa que hacía magistralmente, se llama disimular. Probablemente tenía que ver con esa señora… su “abuela” podría haber sido esa persona o alguien relacionado.

“Qué molesto es no recordar, casi podría ponerme de mal humor…”

Dom 04 Jun 2023, 13:21

Let's start!TOKIO, JAPÓN. POR LA TARDE. — No te preocupes, aparte conocer gente nueva y bonita es algo que me encanta. — El pelirrosado sonríe con una simpatía contagiosa, para él sería conocer el mundo. Al fin de cuentas los paisajes no es solo eso, si no las personas que viven e interactúan. Astolfo es un servant de lo más curioso incluso sabiendo que allí nada es color de rosas, pero no significa que va borrar esa sonrisa que siempre lo caracteriza. — Me gusta pasear y también ayudar a los turistas. Siempre dan una nueva imagen al mundo. — Aparte dejar un rato el trabajo no hacía nada mal, total era de entretiempo y Astolfo era un espíritu libre, simplemente tenía algo de dinero por no tener un master como tal y mantenerse en el mundo. — ¡Y un gusto Bia! Tienes un hermoso nombre, al igual que tú. ~ — No le estaba coqueteando, simplemente amaba la belleza y Bia era hermosa, quería transmitir eso incluso sabiendo que se puede malinterpretar sus palabras.

— Oh, si. El templo de aquí tiene muchas historias interesantes. Admito que observar a las personas con los trajes tradicionales es hermoso, nunca las probé pero si en épocas de festividades se usa mucho. — Comenta pensando cómo se vería con una yukata. Sin duda resaltará su belleza natural. — El sacrificio a veces lo vale pero no lo usaría todo el momento. Para probar esta bueno, la verdad la comodidad es algo que se debe respetar porque incluso así la belleza de alguien puede resaltar aún mejor. — Sí, Astolfo destacaba mucho eso. Ya Francia tenía esa cultura de belleza, pero en Astolfo es algo más… Es un servant qué tuvo que usar su propio cuerpo para realizar sus logros, incluso siendo un paladín sumamente débil hacia los demás. — Pero si, seguro te quedaría sumamente precioso. Podemos probar unas yukatas. — Obviamente respetando la intimidad de la chica, tampoco quiere asustarla aunque las personas que no son latinas son bastante más reservados, incluso los franceses son algo descarados. — Y muchas gracias por la invitación. — Se ríe ligeramente, sabiendo que negar no era opción.

Y tras caminar unos metros finalmente llegaron al templo. Las flores de cerezo acompañaron el momento mientras que la música tradicional del folclore japonés era una cálida bienvenida. Las estatuas reflejaban historia mientras que ya se veía personas con yukata, diseños llamativos pero a la vez armoniosos. — ¡Bienvenida! Creo que se llama Meiji-Jingu o algo así. No sé mucho japonés. Es uno de los más importantes de Tokio de hecho. — Es lo poco que sabía. — Aparte como vemos, vende lindas prendas que se pueden probar. ¿Vamos? — Tenía que admitir, estaba entusiasmado en un paseo por la cultura nipona.

Vie 23 Jun 2023, 03:52

Let's start!

_{Tokio, Japón. Por la tarde.}

¿Formas rápidas de ganar puntos? Dar halagos es ir en buen camino, no hace falta desvivirse con ellos pero definitivamente era una de sus preferencias, algún cumplido siempre sube el ánimo. — Aw, muchas gracias Amelie ~ — Canturreó.

Realmente no era buena en investigar un poco sobre los templos o qué significaba, claro que quizás es que ya lo supo en algún momento y ahora no tenía la compulsión de buscarlo… en primera instancia era solo llamativo por la estética, si no era obvio que era una persona que se decantaba primero por esto eventualmente se notaría. — ¿Son incómodos? No lo parecen… — Susurró lo último, por supuesto que quizás es por el estándar de incomodidad, si al final cosas como utilizar stilettos era sumamente incómodo pero se utilizaban muchísimo en la moda occidental. — Como nunca probaste usar uno entonces aprovechemos para cambiar eso. — Guiñó. — Además tiene pinta de que sabes más que yo de la cultura japonesa, si no te molesta… ¿Me enseñarías un poco? Por el momento planeaba quedarme a vivir aquí al menos por una temporada y hay muchas cosas que no recuerdo. — Encogió los hombros, prefería poner su amnesia como algo más leve, si una cosa encontraba desagradable es la lástima que podía inspirar en los demás.

La música, los cerezos floreciendo, estatuas y muchos transeúntes. Probablemente es que había estado demasiado centrada en otras cosas pero ahora es que veía un poco de la belleza que Japón tiene para ofrecer. — ¡Qué bonito! Me encanta. — Llevaba las manos a sus mejillas, emocionada. Desafortunadamente llegar al templo también tiene una desventaja, esforzarse por no descuidar a su acompañante por estar mirando otras cosas. — ¿También venden de comer? Ah… pero quizás se ensuciaría el traje, a menos que tengamos cuidado… — Meditó. — ¡Ya sé! — Chasqueó los dedos. — ¿Vamos a tomar algo frío mientras vemos los atuendos? No quiero manchar o dañar nada. ¿Es mejor idea o se te ocurre otra? — Sonrió. — Por cierto… ¿Tienes colores de preferencia? Es gracioso, no siempre encuentro personas con un tono de cabello similar al mío así que escoger un yukata probablemente lo basaría en mis gustos pero puede no ser el mismo que el tuyo. — Y no todo el mundo quiere usar colores pasteles, flores y brillos como ella…

Mar 18 Jul 2023, 14:04

Let's start!TOKIO, JAPÓN. POR LA TARDE. Aunque no era el paladín más fuerte de Charlemagne, lo cierto en tema de caballerosidad era elevado. Por allí diferencia mucho en su versión Rider, en la cual tiene noción qué era más impulsivo pero Saber era otro tema… El respeto qué tenía hacia los demás era grande, incluso si él es un tiro al aire que no le importa lo que opinen los demás de él, si no no sentir incómodo a la persona contraria. Controla esa impulso magistral qué tiene, y por eso destaca esa belleza y dulzura de Bianka. Sin duda algo que le fascina mucho al paladín de cabellos rosados.

La sonrisa de Astolfo no se borró, era al contrario ya que se estaba divirtiendo mucho en ese momento. Incluso la mención de usar una yukata en la cual sabía lo que conlleva eso. — Muchos dicen eso, son algo bastante apretados. Igualmente es para ocasiones especiales y ya los japoneses parece están bastante acostumbrados. — Y Astolfo sabe que es incómodo usar ropa tradicionales si no estás acostumbrados o detallada como también elegante, no puede negar que se siente admirado por esas mujeres de su época en usar esos pomposos y amplios vestidos al estilo princesa. — ¡Perfecto! Nos va a quedar hermosos. ~ — Comenta con emoción. — Oh, sí. Tengo algo de conocimiento. Soy francesa pero si he conocido mucho Japón y tengo personas de esa nacionalidad. — Menciona con entusiasmo. Es interesante enseñar una cultura qué no es originaria pero que en el pasado tiene cierta conexión con Japón. — Pero seguramente te gustara vivir allí, pueden ser más estructurados pero sin duda son gente bonita que te dará un espacio. — Últimamente veía eso en Japón, en la cual la llegada de inmigrantes era más notoria y más si eran magus qué escapan de las garras de Arcadia, por eso tiene esa faceta buena qué muchos andan mencionando.

Pero si, sin duda una de las características más hermosas de Japón es su paisaje. Aún con el cataclismo, siguen manteniendo esas estructuras incluso aprovechando que la naturaleza devoró una parte de esa para volverla más mística. Pero si, también contempla la emoción de Bianka qué sin duda era algo hermoso para él, no se pero esa energía positiva era algo que se alimenta y lo vuelve más energético. — Sabía que te iba a encantar. — Se expresa con alegría. Eso sí, la verdad algo de comida vendría bien. Bueno, Astolfo no la necesitaba como tal pero era una buena forma de no perder mana si necesidad de un master ahora. — Me encanta la idea. Además va ser una caminata larga, vendrá bien para no perder energías. Se que hay puestos de comida y bebidas, pero una bebida viene bien ahora que hace algo de calor. — Asiste mientras iba hacía la entrada mientras ya hablaban de la ropa que iba usar, sobre todo el diseño en la cual parece que comparte gusto con Bianka.

— Oh bueno, a mi me encanta el rosa y en sí los colores pasteles. Son colores muy armoniosos, qué sin duda quedan bien para cada momento. — Eso no lo niega, el rosa en sí es un color que aprecia mucho y más que su cabello tiene esa tonalidad. — En primavera y verano sobre todo. Entonces si, creo que tenemos un gusto parecido a cuántos colores. — Se ríe ligeramente ya así, sin esperar mucho tiempo en la fila, entraron al bello templo. — Oh, es más grande de lo que imagine. — Comentó por los aires, mientras observa un mapa del lugar, si como dijo Astolfo había ya puestos de comida y bebida cerca de la entrada además de que también allí no más estaba la de yukatas. — Vamos a comprar las bebidas, no hay mucha gente por ahora allí pero seguro pasando unos cuantos minutos se llena. Siempre lo veo repleto cuando pasó por allí. — Y allí comienza la aventura por uno de los templos más importantes de Japón.