Home, new home... —priv.

Sáb 13 Mayo 2023, 02:09

Home, new home...This is not what I expected.Su mirada de decepción se deslizaba de aquí hacia allá mientras se encontraba sentada en un mueble cruzada de piernas, miraba cada rincón... cada parte del hogar; con indignación. Está de más decir que el sitio en el que fue invocada no es de su agrado, y aunque admite que su actual máster demostró tener carácter y respeto a la hora de tratarla, no puede decir que esté del todo satisfecha con el tipo de atención que se le estaba brindando; acostumbrada a una vida de lujos y comodidad; buena bebida, buena comida y por sobre todo un sin fín de sirvientes dispuestos a complacer todas y cada una de sus necesidades, ¿y la traen a un cuchitril de quinta?

Tener que ajustarse a las reglas de la casa tampoco es de su agrado, dar explicaciones sobre qué o cómo hace las cosas no es algo que esté soportando por gusto, y se demuestra en su humor y mirada diaria. Siempre de malhumor. De entre las servants accesibles a la hora de tratar, ella está entre las últimas, pero si hay algo que tiene es su nula posibilidad de traición hacia su máster porque vió algo en él que le llamó la atención, algo que le dice querer descubrir más de él, puede describirlo como la sensación de una ávida lectora deseosa de ir y devorar cada página nueva de su historia favorita. Así que, aunque no contenta, no se queja ni protesta, puede dar la imagen de una mujer con cara de pocos amigos, y no le importa que piensen así de ella... aunque a veces reconoce los talentos que pueden desempeñar tanto su máster como su pariente directa, nunca le prestó demasiada atención pero siempre la vió algo deprimente.

Aburrida si le permitieran opinar, insulsa y hasta poco femenina, pero no mala persona.

Es el segundo día desde que fue invocada y aún no tiene ropa moderna porque no salió de la casa, desde su punto de vista es como una pequeña ave enjaulada que quiere salir. Y eso aumenta su malhumor. Gasta sus horas de ocio leyendo libros y escribiendo poesía, pero está cansada de simplemente sentirse una princesa encerrada en una torre custodiada por un feroz dragón, necesita un cambio de aires. Y ya. — ¿Cuándo podré salir de este lugar? Quiero aire fresco. —. En la sala de estar no estaba sola, y arrojó esa duda como una daga hacia los cuellos de toda persona que se encontrase en la misma habitación que ella, una daga que les dice que esta dama necesita un cambio de ambiente. — Y ropa nueva. ¿Sería mucho más pedir un sitio en el que pueda estar a solas para experimentar? —. Y si puede, hasta pediría que su máster no la deje sola, lo quiere enseguida... y en el momento que dice enseguida, es ahora. No puede creer que siga durmiendo a estas horas. Indignante.

Mar 16 Mayo 2023, 00:37

Home, new home...This is not what I expected.
Las cosas a Gudako se le estaban yendo completamente fuera de su control. Una cosa era reencarnar y adoptar todos esos recuerdos, haciendo que tuviera que cargar un peso que una adolescente como ella no tendría porque cargar... pero otra cosa muy distinta, era que pasara lo que temía que iba a pasar. Gudako siempre encontró esto muy extraño. En su anterior vida fue hija única, pero en esta... sorpresivamente, nació con un mellizo, siendo ella un par de minutos mayor. De las singularidades de su nueva vida, esta era sin duda la que más distaba de su anterior. ¿Qué había pasado para provocar esto? No, ella misma tenía sus sospechas. Desde esta reencarnación tan irrisoria que lo sospechaba. Después de todo, nada de esto concordaba como lo que habían dicho sus antiguos servant respecto al tema. Gracias a ello lo entendió: ella no debería existir en esta línea de tiempo. Esta línea ya tenía su Ritsuka Fujimaru... y era su hermano.

Desde entonces que se había dedicado a protegerlo a su manera, para que no tuviera el mismo destino que la pelinaranja había tenido. No solo era su hermano, era más que eso: era su contraparte de esta línea temporal. Por eso estaba más que segura que él poseía el mismo potencial mágico y como máster, o incluso quizás mucho más... y no quería la misma vida para él que tuvo ella, pero claro. Las cosas siempre terminaban saliéndole por la culata. La había presentado como una maestra, pero Gudako la había reconocido. ¿Cómo no hacerlo? Si la había visto en su vida anterior. Su cara fue todo un poema, pero no dijo nada. Aún así, no le dijo nada a su hermano.

Entrando en la sala de estar, lo primero que recibió fueron unas dagas yendo hacia ella, lo que le hizo levantar un libro que llevara para que se enterraran allí. — Agradecería que no tirara dagas a diestra y siniestra, Semiramis-san. Sabe muy bien en la situación en la que se encuentra — murmuró mientras se apoyaba en la pared. Sabía que ella, de todas las servant, no era tonta. Debió sentir de inmediato que no era la única servant viviendo en aquella vivienda que compartía con su hermano y servants. Herencia de sus padres fallecidos, va.

— Aparte de preguntar porque está de tan mal humor, quiero preguntarle una cosa — ladeó un poco su cabeza mientras tranquilamente se dirigía hacia la cocina inglesa, comenzando a preparar algo de té. — ¿Le has dicho algo a mi hermano de mi o... de las demás? — con los demás, se refería a los demás servant. Ereshkigal y Nobu... a veces Musashi. Sabía que Semiramis no era tan tonta como para empezar un conflicto estando en una situación de tres contra uno.

Jue 18 Mayo 2023, 02:37

Home, new home...This is not what I expected.Para su desgracia, en términos de combate mantenía una clara desventaja incluso con sus habilidades al máximo potencial, sus posibilidades mermadas y sus planes deben adaptarse a la situación desfavorecida de la que es presente. Cerró sus ojos... no se atrevió a responderle nada, odia por sobre todas las cosas la arrogancia y de ser posible le haría pagar arrebatándole la vida, pero volviendo de nuevo a su desventajoso escenario no puede hacer más que sentarse y esperar a que suene la campanilla de la suerte para que las fichas de dominó caigan exactamente de la forma que desea.

Se mantuvo en un semblante firme de no decir nada hasta que nuevamente le dirigieron la palabra. Bufó.

— Escucho. —pensar qué es lo que podría llegar a preguntarle la hermana de su actual máster le llamó lo suficiente la atención como para animarse a responder sus comentarios que, aunque carentes de valor para ella, eran una oportunidad idónea para crear un lazo de confianza. Su intención es que no desconfíen en absoluto de ella, esperar, y esperar hasta que en el momento menos esperado extienda sus garras e influencia por sobre toda la casa, pero para ello tendría que librarse de... — Carezco de motivo alguno para agregar un comentario sobre su persona, no ganaría nada hablando de algo que no me incumbe, claro está. A menos que me dé un motivo para hablar, sus trapos sucios están a salvo. —. No es que sepa exactamente si la pelirroja tiene algún secreto o no que ocultar más allá de su condición como máster en una organización repleto de niños y niñas jugando a ser maguitos.

Ante la segunda incógnita ladeó suavemente su cabeza de un lado a otro en una clara y rotunda negativa. — Tampoco tengo motivo para hablar acerca de sus inquilinos. —. No iba a iniciar un conflicto directo de tres contra uno ahora, no, si lo hacía estaba segura de que perdería... y lo que menos desea es desperdiciar una oportunidad de oro. — ¿Puedo saber por qué tanto secretismo? ¿Es que acaso asusta la idea de que ese chico sepa la verdad? —. Conociéndolo tan poco, puede decir que asustadizo no parece, a no ser... — ¿No es un poco mayor para no dejar la casa de papi y mami y tomar las riendas de su vida? Si no se entera por mí, se le puede escapar la lengua a cualquier otro. Desconozco el motivo de tanto secreto, un hombre debe ser fuerte y tomar las riendas de su destino. Si él quiere meterse de lleno en este mundo, ¿qué motivos puede haber para impedírselo? Es parte del crecimiento personal, querida. —

— Si se lo mima mucho, acabará siendo débil y perezoso. Carente de valor. —. Ella necesita un guerrero, para su desgracia no puede hacer por tanto tiempo de niñera y jugar al juego de tener que ocultarle las cosas a un chico que tarde o temprano acabará jugando a ser el soldadito de sus sueños. — No es que vaya a decir algo, sin embargo me intriga por qué la insistencia en tapar el sol con un dedo. Los eclipses no pueden durar mucho. —.

Vie 26 Mayo 2023, 01:33

Home, new home...This is not what I expected.
— Bien. Yo no te doy un motivo y tu no le dirás nada. Con ese entendimiento, creo que nos llevaremos bien... Salvo que tu intención sea hacerle daño a mi hermano. Eso sería muy... contraproducente — indirectamente advirtió. Podían decir lo que fuera de Gudako, pero ciertamente era una mujer joven con los huevos (literal) bien puestos como para dirigirse a una servant como ella de esa forma. Con todas las cosas que había visto en su vida, hacer algo como esto prácticamente era deporte para Gudako. No sería ni la primera ni la última servant que terminara encarando de esa forma, por lo que aquello no importaba demasiado y solo terminaba siendo otro expediente más a su currículum.

— De todas formas, tampoco es que pueda controlarlos del todo. La naturaleza está en al sangre humana y ustedes lo fueron alguna vez, por lo que espere una visita cordial de una de ellas. No se preocupe, ellos tampoco intentarán hacer nada mientras usted no haga algo primero. Considérelo una tregua — solté una risa vacía mientras le servía una taza de té. — Para usted — señaló, sirviéndose ella misma de la misma tetera para que viera que no estaba trucado o algo por el estilo. Dio el primer sorbo y luego soltó un suspiro de cansancio.

Porque conozco el camino que le espera — señaló Gudako mientras abría un ojo, clavando sus orbes dorados en ella. — Un camino lleno de desesperación, muerte, tristeza, culpa... Ese mundo terminará consumiéndole y terminará volviéndose como yo, y solo quiero que viva la vida que yo no pude tener — exclamó suavemente la máster mientras miraba vagamente hacia una de las ventanas. Estaba mirando hacia afuera, pero a su vez, su mirada no parecía estar en el presente. Recordaba cosas del pasado y lo que pudo ser.

Suspiró y dejó esos recuerdos de lado, volteando a mirar nuevamente a Semiramis. — El no es solo mi hermano, es mi contraparte de este mundo. De modo que se perfectamente lo que le ocurrirá si decide seguir por este camino — soltó una amarga risa y le dio otro sorbo a su té, sonriendo de forma vacía. — No puedo hacer mucho ahora que te invoco. Pero mientras yo viva, no dejaré que se involucre más de lo necesario, lady Semiramis — señaló, de pasada indicándole que sabía perfectamente quien era.